La situación sanitaria mundial, el frenético ritmo de vida en la ciudad y un futuro algo incierto ha llevado a muchas personas a plantearse si no sería el momento de ir o volver a vivir al pueblo.
Según datos del INE, en la última década nada menos que 165.000 personas en nuestro país dejaron ciudades de más de 100.000 habitantes por pueblos de menos de 10.000.
Hoy en día las opciones son múltiples donde elegir, desde pequeños pueblos totalmente abandonados donde empezar de cero solos, otros que luchan por revertir una situación que en pocos años los llevara a su desaparición o poblaciones con tamaño medio con una buena relación de servicios. Es aquí, en los servicios que los pueblos ofrecen donde muchas gente se lo piensa dos veces antes de dar el paso. Comunicaciones, sanidad, colegios y abastecimiento son puntos siempre a valorar antes de tomar tan importante decisión.
Pero no es menos cierto que la situación va cambiando e incluso en algunos puntos puede ser mejor que en la gran ciudad. La fibra de gran velocidad poco a poco se va implantando en el medio rural, la sanidad pese a la mala fama que tiene no tiene que ser necesariamente de una calidad inferior. La escuela rural, con un ratio de alumnos muy inferior a la de la ciudad tiene múltiples ventajas y aunque para disfrutar de algunos servicios es necesario «coger el coche» no podemos olvidar que ese mismo coche es casi imprescindible también en la ciudad.
Múltiples asociaciones, colectivos y entidades ofrecen esesoramiento para que el «urbanita» encuentre su lugar en el mundo rural a través de bancos de propiedades, ayudas económicas y acompañamiento en tan importante proceso.
Desde la Asociación de desarrollo rural Lastras Vive nos hemos propuesto contribuir a este proceso con una serie de iniciativas encaminadas a acompañar a todo aquel que quiera establecerse en nuestro pueblo y disfrutar de las ventajas de vivir en un entorno rural.
Razones para vivir en un pueblo.
- Naturaleza. Respirar aire limpio, caminar o hacer deporte en un entorno natural alejado de los ruidos de las gran ciudad,
- Ahorro en vivienda. Aunque la oferta inmobiliaria en los pueblos suele ser algo escasa si es cierto que el coste de adquisición, construcción de una nueva vivienda es mucho mas barato
- Calidad de vida. Es estrés de la gran ciudad lleva asociado un gran numero de patologías medicas. Los atascos, el transporte publico y los desplazamiento infinitos para ir a trabajar son parte del día a día de la gran ciudad
- Contacto social. La integración en una sociedad donde todo el mundo se conoce propicia una serie de sinergias y relaciones sociales impensables en la ciudad
- Cultura y tradiciones. Nuestro pueblos son los guardianes de un patrimonio cultural y etnológico que debemos preservar.
- Seguridad.
- Cambio de vida.
- Inversión. Cada vez más personas ven una oportunidad de inversión en la vida rural. Alojamiento rurales, producción ecológica
- Tranquilidad de los niños. Los niños crecen mucho mas seguros y se desarrollan más en entornos rurales. Numerosos estudios avalan los beneficios que para los más pequeños tiene crecer en un pueblo.
- Reencontrarte con tus raices. Volver al pueblo puede ser una magnifica oportunidad de redescubrirte a ti mismo a través del contacto con tus familiares , sus costumbres y tradiciones. Aprovechar un vieja casa familiar para rehabilitarla o comprar una propiedad puede ser el puento de inflexión en tu vida.